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EL ABISMO
(Traducido por Bucelario)
Cuando empiezas a tomar conciencia de la demencia de nuestros líderes que se manifiesta en cada aspecto de la vida americana, en serio, te maravillas de que América no se haya alzado y encarcelado a cada uno de esos criminales. Los crímenes de los que esos bastardos son culpables desafían, literalmente, cualquier descripción. Trastorna la mente intentarlo y averiguar la hondura y el tamaño de la maldad y traición que perpetran contra nosotros. Nombra un problema y habrá un judío o su siervo liberal detrás.
Esto ocurre en cada caso, no sólo en unos pocos o incluso la mayoría, sino en todos los casos. El país se balancea al borde del abismo y he procurado con todas mis fuerzas advertir a la gente de lo que va a venir… y me ha dado la impresión de predicar en el desierto. El 99,9 % de la gente no tiene la más ligera idea de cómo empeora la situación, ni de lo rápido que lo hace.
He hablado recientemente con un superviviente del huracán Katrina. Era un blanco, un viejo cajún que había vivido en Luisiana la mayor parte de su vida. Bebió de un trago su whisky y me dijo si rodeos que los medios de comunicación liberales habían ocultado la verdadera historia tanto como habían podido, para así guardar las apariencias con sus mascotas simiescas. Este hombre se desfogaba al relatarme los sucesos que siguieron al huracán, y los ojos se me salían de las órbitas por la sorpresa y la rabia ante lo que me contó.
Decía que, unas doce horas después del huracán, los comercios, las tiendas e incluso las casa privadas eran saqueadas y despojadas de todo lo que tuviese valor o fuera comestible, hubiese gente en su interior o no. Nutridas bandas de negros y mestizos se dieron a una orgía de saqueo, robos, violaciones, disparos y quema de edificios por pura ansia de destrucción. Me dijo que fue al Piggly Wiggly (una cadena de supermercados local) y encontró los estantes totalmente vacíos. Nada, salvo estantes desnudos. Tras 24 horas no había una botella de agua, ni una barra de pan, ni una lata de comida en ninguna parte y la gente sostenía a tiros batallas en coche contra jaurías de negros a lo largo de la ciudad.
Me contó que muchos blancos habían sido heridos de bala, mutilados y asesinados, pero la prensa corrió un tupido velo al respecto. Mientras me narraba lo sucedido, a ambos nos embargó la rabia. ¿Cómo podía ocurrir eso en América? ¿cómo hemos permitido que llegue el punto en el que los tiznados nos toman de rehenes en nuestro propio país, so pena de prisión o muerte? Dispara a uno y TÚ irás a la cárcel, sin importar que hubiese violado a tu hija. ¡Llama “negrata” a uno y estarás más tiempo en prisión que un asesino! ¿Qué diablos pasa en esta película?
Cada día que pasa, hemos de escuchar como nuevos y más ridículos decretos y leyes se establecen sin nuestro conocimiento o consentimiento. Los criminales de Washington DC tratan deliberadamente de llevar esta nación a la bancarrota, para, de ese modo, declarar la ley marcial y, como consecuencia, el estado policial. Saben que los tiznados se amotinarán. Cuentan con ello. Por eso los importan masivamente.
Y todas esas “leyes delictivas”, como las denomino, se instituyeron para mantenernos bajo control mientras ellos obran así. Llega el momento, amigos, en que las leyes no significan nada, cuando acatarlas es lo PEOR que se puede hacer. En la actualidad, es moral y éticamente erróneo obedecer a este gobierno y a cualquiera de las leyes que impone. ¿Lo entiendes? ¡es una equivocación obedecer a este gobierno por más tiempo! Favoreces a nuestros enemigos y violas la ley del hombre y la supervivencia racial. Cuando un gobierno se convierte en la fuente de tus desdichas, es el momento de reemplazarlo a cualquier precio. Ese momento ha llegado…
Nuestros Padres Fundadores nos ordenaron que recuperásemos el control del gobierno si acaso se diese este escenario. ¡Si permitimos que las cosas sigan su actual curso, estamos violando la Constitución! ¿Lo entiendes? En esta situación, sus sicarios y agentes podrán arrestar a los disidentes y acosar a nuestras familias. Ninguno de nosotros está a salvo a partir de ahora, y esto sólo puede ir a peor si no actuamos. No cooperemos con sus “legítimos” representantes. Ya no representan al pueblo, ¡y nosotros –el pueblo- SOMOS el gobierno! ¿Podéis entenderlo? ¡No hay nada que los legitime ante nosotros! Este es un gobierno ilegal y de bandidos que ha dejado de representar al pueblo. Es una dictadura, nada más…
Esos criminales nos han empujado hacia el abismo y estamos a un par de pasos de precipitarnos en él. ¿Quieres morir de rodillas ante un enemigo que se burla de ti? ¿o prefieres comportarte como un hombre y combatir a esos monstruos? ¡Pagarán lo que han hecho a nuestra tierra y raza bien amadas! Cuando el martillo se abate, has de prepararte para actuar. Prepararte para la revolución.
Obama y sus compinches están a punto de caer en la trampa y cuando lo hagan, las revueltas estallarán por doquier. Disminuirán los suministros de comida y gas. La violencia y la miseria reinarán. Cualquier camino que tomemos supondrá un duro viaje. La única duda al respecto es si vas a afrontarlo como una obediente oveja en el matadero o un lobo encolerizado. La elección es tuya. El convocará a la Guardia Nacional, a los soldados y sí, a las tropas de la ONU, las cuales están acantonadas aquí, en diversas bases militares, en previsión del colapso. Esto ha sido diseñado y orquestado por los judíos y sus aduladores progresistas. Cuando ataquen, debemos movilizarnos para arrestar a cuantos de estos criminales podamos.
Tenemos que perseguir y sentenciar a esos monstruos de acuerdo a sus crímenes. La traición es aún un delito que conlleva la pena capital en este país. Todos los líderes criminales son despiadados y declararán que quienes se opongan a sus maldades son los verdaderos criminales y terroristas. Esta táctica es tan vieja como la prostitución. Hemos de tener muy claro que ellos son los auténticos criminales y tenemos el sagrado deber de proteger nuestra tierra de personas como esas. Al final, serán ellos quienes portarán las cadenas y se arrodillarán ante el pueblo para responder de sus actos.
Cuando los agentes federales, en aplicación de las leyes, llegan a tu puerta para arrestarte por ser un “terrorista”, ¡recuerda que los únicos fuera de la ley son ellos!. Son criminales, atentos a hacer cumplir órdenes ilegales y leyes establecidas por un régimen ilegal y criminal que nosotros –el pueblo- no hemos autorizado o constituido para gobernarnos. Dios te ha concedido el derecho a resistirte a la detención por todos y cada uno de los modos que sean precisos. Quienquiera que intente privarte de tu vida, libertad o propiedades sin una causa justificada es un criminal. Cualquier agente de cualquier departamento del así llamado gobierno que pretenda arrestarte es, asimismo, un criminal. Nunca, y digo nunca, les permitas someter tu mente, porque en el momento en que les entregues tu libertad, puedes despedirte de tu vida. Está en su mano encarcelarte o matarte, o ambas cosas. Ahora estás en su poder y son libres de hacer lo que quieran contigo.
Y teniendo en cuenta que este es un régimen ateo, inmoral y comunista, esperar un trato imparcial es una pretensión de tontos y necios. La América blanca vive actualmente en un territorio ocupado; los progresistas han aprobado muchas leyes y normativas en las últimas décadas y han tenido éxito al robarnos casi todas las libertades y derechos que poseíamos. No podemos entrar en un comercio o llamar por teléfono sin miedo a romper alguna nueva e inconcreta ley. Esto tiene que acabar. Hay un profundo abismo delante de nosotros y tenemos que tomar la decisión de rendirnos y saltar, o luchar como demonios. La elección es tuya… pero no tardes en decidirte o ellos decidirán por ti.
El Arengador Solitario.
(The Lone Haranger)
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