miércoles, 9 de junio de 2010

El Arengador Solitario, "Algunas veces odio tener razón."





Algunas Veces Odio Tener Razón
El Arengador Solitario
(Traducido por Bucelario)
Desde hace bastante tiempo, he estado vociferando y delirando ante la inminente caída de nuestra economía.
Cerca de un año antes del Viernes Negro, os avisé de lo que vendría y os conminé a comprar metales, abasteceros y adquirir armas. También os alerté de quién era el causante del colapso venidero y porqué lo provocaba. Todos mis avisos y predicciones se cumplieron con tan solo siete días de diferencia de la fecha prevista. Lo único que no sucedió fue el colapso total, y eso se debe a la gigantesca ayuda y al hecho de que nuestra economía es algo más fuerte de lo que nuestros enemigos supusieron.
Y, aunque ésta haya sobrevivido al mayor robo de la riqueza de una nación que registra la Historia, todavía es un cachorro enfermo, se balancea al borde de la quiebra total. Y, en este punto, sólo se necesita una fuerte ráfaga de viento para que mañana se venga abajo este castillo de naipes que lo sostiene todo.
La verdadera ironía de todo esto es que solamente un puñado de personas es consciente de la gravedad de la situación. Y he estado avisando a la gente de que un vendaval –y no una ráfaga de viento- va a venir. Un vendaval que no sólo destruirá completamente la economía americana, sino también la economía mundial entera. Realmente, empiezo a pensar que, en ocasiones, he de tener toda la razón antes de que el pueblo empiece a escucharme.
El mes pasado avisé a millones de mis lectores que debían prestar atención a Grecia. Les advertí que ese pequeño país mediterráneo podía iniciar una reacción en cadena que llevase a todo el planeta a la bancarrota. Pues Grecia está sumamente endeudada con docenas de pequeños países europeos, todos ellos en dificultades por culpa de los mismos codiciosos banqueros judíos que son los responsables de nuestro colapso. Nuestro problema se propaga a todo el mundo y perjudica a cualquier nación existente.
Y como esas pequeñas economías se debilitan ahora, son extremadamente dependientes de los pagos a empréstitos que les hacían países deudores como Grecia. De hecho, aquellos pagos han sido lo que los mantenía a flote, al usar esas deudas como garantía para conseguir más préstamos -de los mismos banqueros judíos, por supuesto- que hicieran funcionar sus economías.
¿Huele muy mal? Se pondrá peor.
Después de que nuestros vendidos líderes se negaran a arrestar o perseguir a alguno de esos bastardos ladrones de Wall Street por el monstruoso crimen perpetrado, aquellos mismos judíos se han sentido invencibles. Después de todo, controlan la riqueza mundial, así que ¿quién osaría contrariarles ahora? Pueden hacer cuanto quieran y más.
Y lo hacen. Han decidido efectuar un intento más de destruirnos mediante el deliberadamente provocado colapso económico de Grecia. Han estado detrás de la Comisión de Comercio y empezaron a vender la deuda griega a otros países deudores, a los que mentían sobre la tasación de riesgo de dicha deuda y les cobraban el doble de su valor.
Pero cuando esos países con problemas intentaron revender la deuda, descubrieron lo que ocurría. Los judíos les habían timado y hundido aún más en la deuda, al mismo tiempo que se llenaban obscenamente los bolsillos. Así pues, ¿llegará el día en que un judío tenga suficiente de alguna cosa?
Entonces, las naciones deudoras se dirigieron a Grecia en demanda del pago de la deuda en su totalidad, porque estaban sin blanca. Pero Grecia no tiene dinero, es el país más pobre de Europa. Grecia no tenía elección y declaró la bancarrota, lo que llevó su economía al caos. El actual gobierno quiere que la población pague las consecuencias de la avaricia y los crímenes de los judíos y las elites que han destrozado su economía. Típico.
Nuestras elites pretender hacer lo mismo aquí sin que haya consecuencias. Pero eso no es lo que ha pasado en Grecia. El pueblo se ha amotinado y ha perseguido a banqueros y gobernantes. Y me sorprendería de que no veamos ahorcados en farolas en el Capitolio a un buen montón de esos codiciosos. ¿Y sabes algo? Se lo habrán merecido.
Que la gente sufra por su maldad supone la cima absoluta de la arrogancia y locura de esas elites. El gobierno griego quiere rebajar drásticamente pensiones y salarios, y, además, subir los impuestos para pagar por su avaricia; cuando una muy grande porción de esa deuda podría eliminarse con solo confiscar toda la riqueza que esos déspotas han hurtado a varios de nuestros países a lo largo de los años y cubriendo con ella el dinero a deber. Pero eso nunca sucederá. ¿Hacer pagar al culpable? ¿quién ha oído hablar de cosa semejante? No, desde luego, en Washington DC o cualquier otra urbe que albergue a nuestras elites.
Y, aunque sus días estén contados y la justicia pronto les saldrá al paso, eso no frenará la caída de la economía mundial. Eso está tan claro para mí como el agua. Cuando finalmente Grecia entregue su alma –y eso puede suceder en cualquier momento- los efectos inmediatos iniciarán una onda expansiva que atravesará toda la economía global, derribando país tras país como fichas de dominó. El completo hundimiento de la economía mundial puede tener lugar en un espacio de dos semanas o menos. En ese momento, el caos, la hambruna entre las masas, revueltas, saqueos, muertes, ley marcial y el mismo infierno entrarán en erupción por todo el mundo.
Si alguien de entre vosotros ha visto las noticias en los últimos días, sabrá que Grecia se encuentra en un auténtico estado de desesperación y al borde del colapso. Disturbios, violencia y vandalismo desenfrenados, y el pueblo asalta el parlamento con la intención de ahorcar a políticos y banqueros.
Y esto sólo puede ir a peor. Las noticias de la Fox y sus expertos en economía han advertido a América esta mañana que todo esto puede traer el fin de nuestro sistema económico global tal como lo conocemos, un aviso del hundimiento que tal vez nos alcance el año próximo. Por supuesto, los judíos están en éxtasis. Es exactamente por lo que han trabajado en torno a los últimos 200 años: ¡La caída de la odiada nación goy!
Si enciendes tu televisión esta noche, podrás ver el caos que tiene lugar en Grecia. Los expertos en economía prevén que los disturbios no tardarán en aparecer también en España, Alemania e Italia, cuando el pánico se extienda. Esto nos afectará a ti, a mí y a cualquiera de nuestros seres queridos de una manera inconmensurable. Rezo para que esto se retrase algún tiempo, porque sé de mucha buena gente que se está aprestando febrilmente para la llegada de ese destino funesto, pero que aún no está lo bastante preparada; incluido yo, aunque poco me falta.
Algunas veces, odio tener razón. Recemos todos para que esta no sea una de esas veces.

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