Una Línea en la Arena
El Arengador Solitario.
(traducido por Bucelario)
Las noticias televisivas de estos últimos años han sido cada vez más sombrías, llenas de una lista sin fin de reportajes que muestran como este gobierno comunistoide y los conspiradores que dirigen el mundo no sólo han destruido sistemáticamente nuestra libertad, sino a las muchas naciones que los han visto nacer.
Utilizo la televisión como un termómetro para medir la mentalidad nacional y el clima político, y lo que veo actualmente me enfurece más allá de toda descripción. Las palabras no pueden expresar mi ira por las atrocidades que cometen nuestros enemigos contra cada faceta de nuestras vidas. Me recuerda a un viejo versículo de la Biblia que dice: “En los últimos días, llamarán bien al mal y mal al bien”.
Eso es lo que ocurre en este país y a lo largo del mundo. Permitidme expresarlo con claridad a todos vosotros. Odio la televisión. La desprecio, de hecho. Nunca la he visionado sin experimentar un sentimiento de revolcarme en la porquería. Se ha convertido en algo completamente obsceno, no sólo en un modo pornográfico, sino por su absoluta ausencia de moral, integridad y honor.
Ayer por la noche, estaba recorriendo los canales cuando recalé en la CNN o, como yo la llamo, Comunistas del Negocio de las Noticias. Y allí estaba ese malnacido profesional que es Bill Maher. Como cabe esperar de un liberal rabioso con muerte cerebral, se dedicaba a vilipendiar a Arizona, a la que llamaba “Villablanquitos”. Este excremento ha llegado hasta el punto de despreciar a su propia raza, a menos que sea uno de los pocos que igualmente han traicionado a su país y a su gente a cambio del beneplácito de nuestros enemigos mortales. No hubo jamás un tonto mayor que pisase esta tierra. Me hierve la sangre con sólo ver a ese gusano. Pero él no es más que una partícula de porquería en la avalancha de depravación que actualmente inunda nuestra nación. Lo mejor que podría hacer por nuestro país es caer muerto al suelo en el acto.
Los canales de entretenimiento son, como poco, malos; con programas que, episodio tras episodio, describen las alegrías de los nacimientos interraciales, la nobleza del mariconeo y lo divertido que es ser lesbiana. Y cualquiera que disienta o desdeñe eso, es tachado de intolerante, racista o, lo que es peor,… de conservador.
Y cada vez son más perversos. Mediante el insulto, la ofensa e incluso la amenaza, los ateos y progresistas están en pleno ataque y hacen todo lo posible para que los americanos tengan miedo de resistir a los empujones con los que nos llevan hacia la anarquía y la depravación. Una cosa que todo historiador honesto os dirá es que cada gran civilización pretérita que ha caído, presagió su muerte al aceptar la homosexualidad como algo “normal”.
Esta es la última frontera que separa a un colectivo humano de la anarquía social, pues sin esa clase de límites no hay código moral alguno y, por lo tanto, no hay ley. Ninguna democracia puede sobrevivir sin la moral e integridad de los individuos que la forman. El gobierno no puede obligar al pueblo a obedecer leyes que el mismo no respeta. Y si en estos momentos miráis a vuestro alrededor, veréis a una generación entera de personas que han alcanzado la edad adulta y no valen nada.
Esto se debe a que nuestros enemigos han corrompido en las escuelas las mentes y los corazones de nuestros niños durante generaciones, mientras estábamos ocupados en procurarles una vida digna. Hemos sido traicionados por aquellos a quienes dejamos al cuidado de las mentes de nuestros hijos. No hay castigo suficiente para esos monstruos, y si alguna vez recuperamos el control de nuestra tierra, habremos de juzgar y ejecutar por crímenes contra la Humanidad hasta el último profesor y administrador de la enseñanza pública del país, tanto del pasado como del presente. Y si de mí dependiese, la ejecución consistiría en una lenta y dolorosa muerte.
La gente me pregunta cómo pueden dormir por la noche esos asquerosos, y respondo que duermen de maravilla, pues los malvados carecen de conciencia. No sienten remordimientos ni arrepentimiento, y, de hecho, consideran sus acciones como un paso necesario hacia el comunismo global. El fin siempre justifica los medios para un comunista. No hay más que ver a Stalin; asesinó a cerca de 30 millones de rusos con el fin de sofocar el levantamiento de los patriotas que se enfrentaron a su poder. Pero nunca oiréis la más mínima mención de este horror en los medios de comunicación liberales; esto se debe a que los judíos que poseen todos nuestros medios de comunicación son pro-comunistas. Después de todo, fue un judío quien inventó la filosofía culpable.
Hemos de escuchar siempre un arroyo de meada y gemidos sobre el Holocausto de esos mismos bastardos, pero nunca se habla del verdadero holocausto de Rusia, Alemania y Dresde. Nunca. Al fin y al cabo, eso podría disminuir la tención sobre el lamentable estado de los pobres e inocentes judíos, los cuales nunca hicieron nada para merecer el odio del mundo entero en los últimos dos mil años.
¿Por qué nunca se mencionan los motivos de todo ese odio? ¿eh?. Porque exponerlos permitiría al mundo saber cuan malévolos y miserables son esos bastardos. Como dije en cierta ocasión, “Hay una razón para la repugnancia”. Los rasgos de los individuos y las razas reflejan el estado espiritual de esa persona o raza. Por supuesto, se trata de una creencia esotérica, pero de la que estoy firmemente convencido; la vida me ha enseñado que hay una gran cantidad de verdad en ella. Ciertas cosas nos provocan repulsa instintiva, y en su mayoría son peligrosas o diabólicas. Los judíos y las razas oscuras encajan en esa categoría, no me importa lo que otros digan.
Pero como estaba diciendo, el enemigo se ha hecho ahora abiertamente hostil y extremadamente ofensivo y perverso. Nos ataca a nivel legal, espiritual, moral, racial, financiero, político y social. Soy incapaz de creer algunas cosas dichas por los liberales en la radio, me recuerdan a como los americanos solían hablar de los alemanes durante la IIª Guerra Mundial… excepto que ahora NOSOTROS somos el enemigo. Y los invasores, maricas, comunistas, negros, islamistas radicales y judíos son los buenos.
¿Qué tejemanejes son éstos? ¿Por qué no embreamos y emplumamos en plena calle a esos malnacidos? Eso es pura rabia, amigos. Rabia en vuestra propia cara. No puedo encender la televisión sin visionar un programa que promueva las alegrías del mariconeo, la integración o lo malvado que es ser blanco. O como un predicador negro dijo el otro día en la televisión: “Los blancos son diablos innatos”. ¿Creéis que un predicador blanco saldría impune de una declaración semejante referida a negros y judíos?.
En este momento, se ha trazado una línea en la arena, y, como los equipos eligen a sus jugadores antes de la gran final, la gente se sitúa a un lado u otro, preparándose para lo que todos nosotros sabemos que pronto se manifestará en una guerra abierta. Y no os engañéis a vosotros mismos, muchos de nosotros morirán, tanto si luchamos como si no, ya que el enemigo posee el control de las fuerzas armadas y del erario público, y no pasará mucho tiempo hasta que empiecen a acorralar y ejecutar a tantos de los nuestros como puedan, en virtud de “razones de seguridad nacional”. Nos tildarán de “terroristas” y traidores. Por supuesto, nadie creerá esas afirmaciones, pero tampoco habrá medios para impedirlo.
Ese es el motivo por el que las tácticas de guerrilla serán la única forma de derrotar a esos malnacidos. Contaremos con la ayuda de la gente, cosa que el enemigo nunca tendrá. Estaremos a tiempo de derrocar y castigar a esos monstruos, y entonces no habrá piedad. Los aniquilaremos de una vez por todas, para que nuestra gente pueda finalmente vivir y prosperar en paz, sin preocuparse de que un demonio de nariz ganchuda intente apuñalarlos por la espalda movido por el odio y los celos.
En cierta ocasión, Adolf Hitler dijo algo profundamente sabio: “En la raíz de cada enfermedad social , no hay más que cavar unos pocos centímetros y encontraréis un gusano judío”. Son, literalmente, la raíz de todo lo que hay de maligno en el mundo, así como los verdaderos creadores del progresismo, el comunismo y el liberalismo. Podemos encontrar cada uno de esos problemas a los pies de estos monstruos.
La guerra sobrevendrá sin remedio, estemos preparados o no. Se está eligiendo bando y es muy evidente para los habitantes de esta nación y del resto del mundo que hay dos campos diametralmente opuestos en este país. Ambos bandos son muy claros en su hostilidad hacia el otro, y, personalmente, no puedo esperar. Tenemos una gran deuda que hacer paga a esos engendros causantes de tanta pena y maldad a lo largo del pasado siglo. Vamos a borrar de un puñetazo esa sonrisa arrogante de sus perversas caras ¿verdad que sí?. Es el momento de que limpiemos la casa de todos esos bichos.
Estimados camaradas:
ResponderEliminarHe leido el texto de ustedes aparecido en "Nuevo Orden" y me pareció muy bueno pero discrepo en algo: Los blancos en la Argentina, en Uruguay y en el sur de Brasil somos mayoría. Por otro lado, hay que incluir a los boers y a los distintos eurodescendientes alrededor del mundo en nuestra causa.
Me pareció todo muy correcto. Sinceramente lo digo. Lo que sí es obvio es que es una misión más fácil en Europa que en la Argentina. La historia nos demuestra que las grandes revoluciones para bien o para mal siempre se hicieron allí.
Espero que lean mi blog que a su vez adjunta blogs de camaradas españoles. Hace tiempo que me estoy relacionando muy bien con gente de allí.
Un saludo brazo en alto.